
Tuve sueños, penas y alegrías,
con el álito en ardor,
con el pecho vacío,
se me fueron las palabras,
pero tú estabas alí,
podía haber soñado con tus ansias,
ángeles y demonios,
me quedé abismada,
pensando en qué camino te había encontrado,
y no te había reconocido,
deambulando,
vueltas y vueltas sin existencias, ni sentidos,
sin almas, ni latidos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario