martes, 13 de octubre de 2009

Un sueño



¡Una vez tuve un sueño!,
¡y ese sueño eras tú!,
fantasma de la eternidad,
me he esforzado,
he ando por caminos y mares,
y aún te sigo esperando a tí,
alma sin rostro, ni ser,
andando de un lado a otro,
me pregunto donde estás,
mezcla de antifaz y fantasía,
¡quisiera poderte alcanzar!,
mis manos son dos az de luz que no te pueden tocar,
te busco en lo más profundo del mar,
en las esencias del sol,
en lo tierno de la mirada,
en la furia de mi pasión,
rosa roja se vuelve gris,
como el gorrión que busca tu calor,
como siervo que corre a tu lado,
quizás no existas,
talvez no vivas aún,
mi alma te alimenta de sueños,
que el viento ha ido botando uno a uno,
que la frialdad de la soledad
ha ido aniquilando sin paz,
a lo mejor llegarás algún día sin espada,
pero espirando verdad,
¡bendito sea ese día!,
que dé paz a mi vida,
que calme mis búsquedas y angustias,
que me haga sentir en libertad,
porque un día tuve un sueño y ese sueño eras tú.

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