"...se convierten en formas que salen del alma, son signos vivientes de las experiencias y expresiones de nuestras historias, a veces nos calan profundo y nos hacen soñar, llegando a las estrellas y más allá, en otras nos hacen caer y azotarnos sin piedad, como cuchillos de fuego que se convierten en esquislas que queman el corazón, me miras y me llamas con tu voz, para luego sonreir y decirme que no era yo, después de muestras de antaño, del deseo a flor de piel, de la sensación ardiendo en mí, entonces aparecen tus palabras que te ahogan y me maltratas, una y otra vez, me quedan como susurros que me hacen eco y trizas el corazón, alma de noche de desamparo, no te quiero ver más pasión, quiero irme lejos al infinito, y no volverte a ver nunca más, porque mi ser dice no más maltrato, no más daño, no más ser para tí"